
Daniela Camacho
(Culiacán, 1980)
Autora de los libros Experiencia Butoh, Lantana, [imperia], entre otros. Tradujo El idio(s), de Christophe Manon, y publicó dos libros de artista, Carcinoma y Híkuri. Vivió en Tokio, Lausana y El Cairo. Actualmente, reside en Mérida, Yucatán, donde dirige el espacio artístico-cultural La68.

: fukushima
Bajo los cables de alta tensión y las centrales nucleares,
la pobre vida del hombre.
BIRGITTA TROTZIG
genpatsu-shinsai. hablamos la lengua del desastre : temblor de
tierra. fusión nuclear, el enemigo permanece invisible.
alondras particularmente oscuras, casi descompuestas,
como nacidas del sueño de un hombre ya contaminado,
agitan sus temperamentos sobre la fosa común.
fisión de uranio enriquecido, ¿era necesaria la luz?
cesio, plutonio, yodo radioactivo. ¿eres un héroe? ¿un samurai?
alguien dice
al interior de las estrellas, la fusión detiene su colapso gravitatorio.
en la corteza terrestre, los hombres moriremos con el cuerpo desorbitado.
Escucha, madre, han empezado a mutar las mariposas. se están deformando sus ojos. heredan malformaciones en antenas y patas. sus instrumentos de vuelo son cada día más frágiles.
las reces se alimentan de pasto envenenado, los perros morirán de soledad o de hambre.
hay alguien oscureciendo este peligro.
cuando creímos que el terror debía ser abolido, nos asaltó la duda. ¿y si el miedo fuera un regalo de la lucidez? ¿un líquido fosforescente para regar las azucenas? ¿flecha o alcohol que amotinara a nuestras bestias?
entonces cavaríamos con manos propias para enterrar nuestras córneas. todo con la gravedad de la última nevada.
entonces irrumpir en la zona prohibida por no saber cómo abandonar una osamenta. hay alguien oscureciendo este peligro. nos llevamos a la boca truchas de montaña, berenjenas, becquereles de cesio radioactivo.
a esta hora, madre, los desplazados están sufriendo problemas mentales. en sus pesadillas:
ningún tren volverá a detenerse en la estación de Ōkuma
: ishinomaki
el epicentro del terremoto se ubicó en el mar, al este de
honshu. prefectura de miyagi, región de tohoku.
51 minutos después, fauces abiertas. esto es el espanto. el
maremoto golpea la costa oriental.
ola de 10 metros, esto es la abundancia.
ola de 15 metros, esto es la devastación y la furia.
ola de 30 metros, esto es la abundancia y la devastación y la furia.
hombres y mujeres que alumbran mi escritura están siendo
engullidos. animales y templos, árboles, ventanas.
la desesperación es una falsa ceremonia cuando puede
verse un barco agigantarse sobre el agua y encallar en una
escuela y volverla escombros. ¿hay forma más vehemente
de decir aquí termina la infancia?
la desesperación es una falsa ceremonia: hay manos
destinadas a ordenar antiguas tumbas. como si la vida de
un pueblo que descansa entre colinas y así era ahí para hacer
exterminada.
lo imprevisto guarda un secreto de ave migratoria: flota en
la orilla una novia en su kimono funerario tejido por las
olas. nadie sabe si su rostro se embellece con la muerte o si
son las conchas, la espuma parda en sus bóvedas inmensas
lo que los aquieta.
hay una isla en medio del río que se adentra en la ciudad
y desde ahí retumbarán los taikos. ishinomaki, la invadida
de cuervos, tanta avidez hará bajar la primavera sin más
accidente que el fulgor de las azaleas, vendrá con su nombre
de mar despedazado y los niños tendrán visiones y sus ojos
serán salvajes serán maravillosos.